Año Jubilar de la Misericordia

29 de noviembre de 2012

Corona de Adviento

BENDICIÓN DE LA CORONA AL INICIO DEL ADVIENTO

(La corona se bendecirá al comienzo de la Eucaristía del primer domingo de Adviento,
se realizará después del saludo inicial, en lugar del acto penitencial)



MONICIÓN INTRODUCTORIA
(el monitor o el mismo sacerdote)
Hermanos: al comenzar el nuevo año litúrgico con el tiempo de Adviento que nos prepara para las fiestas de la Natividad del Señor, vamos a bendecir esta corona en la que, semana tras semana, iremos encendiendo una vela, expresando así nuestro deseo de reavivar nuestra fe profesada, celebrada y vivida. El color verde de la corona significa la esperanza que todo creyente precisa para encontrarse con Cristo en el camino de la vida. Las luces nos remiten a Cristo, luz del mundo que disipa nuestras tinieblas. Bendecimos ahora esta corona y encendemos su primer cirio.

BENDICIÓN
(el sacerdote, extendiendo sus manos):

"Señor Dios nuestro, te alabamos por tu Hijo Jesucristo:
El es Emmanuel, la esperanza de los pueblos, la sabiduría  que nos enseña y guía, el Salvador de todas las naciones. Señor Dios que tu bendición  descienda sobre nosotros al encender las velas de esta corona.
Que la corona y su luz sean un signo de la promesa del Señor que nos trae salvación. 
Que venga pronto y sin tardanza.
Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor”.
Amén

PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO  
Encendemos, Señor, esta luz 
como aquel que enciende su lámpara 
para salir en la noche al encuentro del amigo que ya viene. 
En esta primera semana de Adviento 
queremos levantarnos para esperarte preparados, 
para recibirte con alegría.
Muchas sombras nos envuelven.
Muchos halagos nos adormecen. 
Queremos estar despiertos y vigilantes, 
porque Tú nos traes la luz más clara, 
la paz más profunda y la alegría más verdadera.
¡Ven, Señor Jesús; Ven, Señor Jesús!

 (Alguien se acerca a la corona para encender el primer cirio)

Señor, hoy hemos encendido nuestra primera vela,
ella quiere simbolizar la luz de nuestra sonrisa ofrecida cada día como un regalo
porque Tú, Señor, vienes para alegría de todos. Ayúdanos a vivir así.
Amén.

Próximamente la segunda semana...