Año Jubilar de la Misericordia

23 de febrero de 2013

Experiencias viviendo la Palabra

¿Qué tal va el mes más corto? ¿Cómo has vivido estos días "la" noticia? Hace unos días, con la ceniza, hemos comenzado la Cuaresma, 40 días hacia la luz de la Pascua, 40 días intensificando el vivir como hijos de Dios, para así, renovando las promesas bautismales en la Vigilia Pascual, continuar todo el año creciendo en esa relación filial experimentando la presencia del Resucitado vivo hoy.
A todo ello nos ayudará la Palabra de vida del mes. Y para re-animarnos a vivirla, publicamos las experiencias compartidas por algunos de vosotros.
¡Gracias!
Eugenio González
Secretariado de Catequesis
 
«Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos» (1 Jn 3, 14)

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Alguna de vuestras EXPERIENCIAS viviendo la Palabra de Vida de febrero: "Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos" 
* “…en una reunión, formamos pequeños grupos en los que se presentan impresiones sobre el tema discutido. En un momento, alguien en el grupo bajó su tono de voz y le pedí que hablara más fuerte porque no oigo bien. Así hizo. Luego hablaron otros, pero uno, muy flojo. Alguien le recordó que hablara más alto porque yo no puedo escuchar muy bien. Me quedé agradablemente sorprendido. Me gustó su gesto y le doy las gracias por ello.
Vi que otra persona no decía nada. Le pregunté y ella habló algo una vez, dos veces... Tal vez porque yo fui demasiado insistente. Me dijeron que es bueno el respeto. Cada uno puede tener preocupaciones, pensamientos, problemas. Me di cuenta de que no siempre están bien preparados y que el otro tiene derecho a que se respete su silencio. He aprendido y por ello doy las gracias a esa persona.
¿Cuáles fueron las consecuencias? Cuando llegué a casa mantuve conversaciones agradables con mi esposa y luego tuvimos la paciencia para que me contara una película. Y pensé en lo importante de los gestos pequeños: un gesto de amor se multiplica…

* “...la PdV de este mes es muy interpeladora: amar a nuestros hermanos es signo de nuestra nueva vida, una vida en Cristo. Yo tengo una experiencia vivida durante un sábado: le pedí al Señor que me permitiera encontrarme con mi "hermano", con el que sufre, con el que no cuenta, con el "paria"; y durante toda la jornada me concedió la gracia de que fuera así: en el autobús me senté junto con un mendigo, en la calle me crucé con varios, en Misa se sentó a mi lado uno y no dejó de hablar y de moverse (estaba bebido, el pobre). Fue uno de mis mejores días: poder cruzarme tantas veces con Jesús. Experimenté en mi propia carne lo que es pasar de la muerte a la vida amando a nuestros hermanos, ¡qué afortunado soy!...

* “…una experiencia bastante fuerte. Últimamente me pasa que rezo por una persona de la cual nos preguntamos por qué no viene ya por la parroquia, o cómo lo estará pasando...  Pues bien, el viernes me encontré con un pobre bien lejos de mi barrio, lo escuché y me contó toda su historia; no le di dinero como pedía él, pero le dije que rezaría por él (no como para "quitarme el muerto de encima", sino porque veía que era lo correcto; se lo dije con amor). Y así lo hice. Cuál fue mi sorpresa cuando al día siguiente aparece por la parroquia: había estado andando sin rumbo, vio la cruz y entró. Con la boca abierta por cómo hace las cosas Dios, me puse a poner en práctica la PdV escuchándole, amándole. Le escuché con alegría, le invité a un café, y -a pesar de no haberle dado dinero- nos despedimos quedando como amigos. Quería no sólo pasar yo de la muerte a la vida, sino que también lo hiciera él…

* “…he llegado a un punto en mi vida en que tuve la oportunidad y el derecho de jubilarme. Yo podría hacerlo. Pero después de mucha agitación y oración, ahora veía que Dios tenía otro plan preparado para mí, esperando que dijese que ''sí'' para otras misiones que me quieren confiar y en las que voy a tener que poner en juego todas mis capacidades. Como nos recuerda la Palabra de Vida de este mes, Jesús me quiere introducir en la aventura del amor cristiano, para pasar de la muerte espiritual a la vida verdadera…

* “…hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos”. Teníamos muchísimo trabajo en mi despacho, cuando viene mi esposa y me dice que ese día está libre de trabajo y que podíamos hacer limpieza general a fondo. Incluso me pidió que pasara la aspiradora a toda la casa. El primer impulso fue seguir con mi trabajo. Después pensé hacer ese trabajo por amor a ella. Pasé la aspiradora a toda la casa durante horas, pero en vez de sentir tristeza por el trabajo atrasado, estaba muy feliz…

* “…me da pena no haber rezado más por el Papa, por su persona; comprendo que ha tenido que sufrir mucho (por responsabilidad) hasta tomar la decisión.
También admiro su humildad: Él, siendo un gran intelectual…, reconocerse sin fuerzas para llevar a buen término la misión encomendada…
Me servirá de lección para incluir al nuevo Papa en mi oración diaria, (no sólo por sus intenciones, sino por Él mismo)...

* “…estremecidos con la renuncia de nuestro querido Santo Padre. ¡Qué ejemplo tan maravilloso de abandono en la Divina Providencia y, a la vez, de inmensa libertad! Estamos rezando mucho por él y por el que vendrá a sustituirlo.
            Tengo que contar dos cosas maravillosas: la primera, que en noviembre se ha ido al Cielo mi hermana mayor, quien tuvo una larga vida dedicada a Dios y a la Iglesia, y que el Señor la vino a buscar dentro de la celebración de la ordenación de sus alumnos, a quienes ella consideraba sus hijos espirituales. Al recibir ella la comunión, durante esa Santa Misa, "dejó de respirar": esas son las palabras del sobrino que la llevó. Ayúdame a darle Gracias a Dios.
            La segunda, es que el día 15 de enero, hemos cumplido nuestros 60 años de matrimonio. Celebramos el aniversario de los 60 años,  con una Misa que nos ofició nuestro párroco…